Familia huilense siembra conservación
Escrito por Diego Andrés Marínez Polanía - 05/24/2025
La familia Gómez Montaño cultiva frijol y maíz bajo un modelo agroecológico que protege el Parque Natural Regional Siberia Ceibas.

En lo alto de la vereda Arrayanal, en el municipio de Rivera, vive la familia Gómez Montaño. Hasta allí, donde solo se puede llegar a través de una tarabita, se ha sembrado mucho más que frijol y maíz: se cultiva un modelo de vida sostenible que combina producción agrícola con respeto por el ecosistema.
Reinel Gómez, su esposa Silvia Montaño y su hijo Robinson hacen parte de las 140 familias huilenses que hoy cosechan bajo un enfoque agroecológico gracias al proyecto de sistemas productivos sostenibles impulsado por la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena – CAM. La iniciativa busca proteger las zonas de amortiguación del Parque Natural Regional Siberia Ceibas, que abarca seis municipios del Huila.
“Pasamos de los cultivos tradicionales que nos enseñaron nuestros padres, a usar insumos más amigables con el medio ambiente que nos dio la CAM. Seguimos aprendiendo cada día”, cuenta Reinel, quien toda su vida ha trabajado con café y cultivos de pancoger.
En 2023, su finca, San Agustín, fue seleccionada para implementar este modelo agroecológico. Gracias a la firma de un acuerdo de conservación y la entrega de insumos en el primer semestre de 2024, la familia ha logrado dos cosechas y guarda semilla propia para continuar con el ciclo productivo. “Nos sentimos orgullosos de ser ejemplo, fuimos solo diez seleccionados en Rivera y la CAM nos acompaña y hace seguimiento”, destacó Robinson Gómez.
Pero la labor va más allá del cultivo. La familia ha sembrado árboles, protege la fauna silvestre y respeta los límites del área protegida. “Trabajamos para no afectar ni los ecosistemas ni a los vecinos”, agregó Robinson.
Según Odette Yomira Barreiro, profesional de la CAM en el Parque Siberia Ceibas, este cambio no fue inmediato, sino fruto de un proceso de educación ambiental. “Al principio hubo resistencia, pero con el acompañamiento continuo, la comunidad ha empezado a amar el proyecto y a conservar sus territorios”, explicó.
Por su parte, Jenny Fernanda Ramírez, profesional operativa de áreas protegidas de la CAM, subrayó que este tipo de proyectos integran a las comunidades rurales al interior del parque, enseñándoles a producir de forma menos agresiva para el suelo y promoviendo prácticas como el uso de abonos orgánicos.
“Desde 2020, venimos impulsando estos sistemas como una alternativa al uso intensivo del suelo. Familias como la Gómez no solo producen para su consumo, también encuentran oportunidades de comercialización”, afirmó Ramírez.
Hoy, en la finca San Agustín se cultiva con conciencia. La tierra se respeta, las aves se escuchan, y la agricultura se transforma en una herramienta de conservación. “Es una agricultura que protege el ecosistema, las aves y la tierra, pero sobre todo, da ejemplo”, concluye Robinson, con orgullo campesino y visión de futuro.


