Estación de servicio fue atacada con explosivos en Santander de Quilichao

El reciente ataque es un recordatorio sombrío de que la paz y la estabilidad aún están fuera de alcance para muchas áreas del Cauca, la comunidad y las autoridades continúan enfrentando desafíos en su esfuerzo por restaurar la seguridad

La noche del sábado 26 de agosto marcó otro triste episodio en la persistente ola de violencia en el Cauca, cuando explosivos fueron lanzados contra una estación de servicio en el sector de Mandivá, zona rural del municipio de Santander de Quilichao.

El ataque, ejecutado con morteros de fabricación artesanal, provocó daños significativos en las instalaciones del establecimiento comercial, según testimonios de empleados y personal administrativo que compartieron imágenes del estado en que quedaron las bahías tras la explosión.

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Las primeras informaciones indican que delincuentes llegaron al lugar y llevaron a cabo el ataque con un mortero improvisado, causando una explosión de gran magnitud. Este incidente se suma a las acciones militares en curso realizadas por las disidencias de las FARC en los municipios del norte del Cauca, que se han convertido en un escenario de confrontación violenta entre este grupo armado ilegal y las fuerzas de seguridad colombianas.

La región del Cauca ha estado marcada por una constante lucha armada y violencia que afecta a las comunidades locales. La escalada de confrontaciones armadas ha suscitado preocupación entre los residentes y las autoridades locales, quienes buscan encontrar soluciones para frenar esta espiral de violencia que afecta profundamente la seguridad y la tranquilidad en la región.