Fiscalía bajo Barbosa: ¿Cumplimiento o apariencia?
Escrito por Daniela Perdomo Reyes - 02/14/2024
La gestión del exdirector de la Fiscalía, ha sido objeto de fuertes críticas y señalamientos.
En su rendición de cuentas al finalizar su período como Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa afirmó haber cumplido con el país gracias a un trabajo colectivo. Sin embargo, una evaluación detallada revelada en la Silla Vacía, de sus cuatro años al frente de la Fiscalía revela una gestión marcada por la vanidad, la opacidad y cuestionamientos sobre su enfoque y resultados.
A lo largo de su mandato, Barbosa se destacó por su afán de mostrar que su Fiscalía era «la mejor de la historia», priorizando las apariencias sobre la eficacia real. Expertos en derecho penal y política criminal, así como funcionarios internos de la Fiscalía, coincidieron en que su gestión estuvo dominada por la vanidad, reflejándose en declaraciones públicas, directrices internas y manipulación de indicadores.
Barbosa exacerbó la arbitrariedad en el proceso de archivo de casos, llegando a archivar el 81% de las denuncias, según la Corporación Excelencia en la Justicia. Implementaron políticas de descongestión que favorecían la firma de archivos, muchas veces sin una clara política de priorización. Fiscales que se negaban a firmar eran marginados, mientras que aquellos que lo hacían eran recompensados con ascensos.
A pesar de afirmar avances significativos, la gestión de Barbosa se caracterizó por la falta de transparencia en la presentación de cifras. La directora del Laboratorio de Justicia y Política Criminal, Gina Cabarcas, señaló la dificultad para evaluar la eficiencia real debido a la falta de datos claros sobre la resolución de casos. La representante Catherine Juvinao cuestionó la verdadera eficacia en casos de violencia de género, revelando prácticas que podrían resultar en la revictimización de las mujeres.
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Barbosa fue acusado de nombrar funcionarios basándose en recomendaciones personales en lugar de méritos y experiencia. La cifra de funcionarios de carrera era mínima en comparación con los nombramientos a dedo, generando preocupaciones sobre la calidad de la gestión interna. Además, casos como el nombramiento de Ana Catalina Noguera, condenada por violación a las comunicaciones y fraude procesal, levantaron más interrogantes sobre la integridad de los nombramientos.
Uno de los momentos más controvertidos de la gestión de Barbosa fue la preclusión del caso contra el expresidente Álvaro Uribe. A pesar de las críticas y cuestionamientos de los jueces, utilizó su poder de asignación para llevar el caso a su hombre de confianza, Gabriel Jaimes. La preclusión fue rechazada dos veces, dejando en entredicho la independencia de la Fiscalía frente a intereses políticos.
En sus últimos días en el cargo, Barbosa se posicionó como un líder político opositor, haciendo declaraciones polémicas y participando en discusiones que trascendían su función como Fiscal General. Sus comentarios sobre Gustavo Petro y comparaciones con Pablo Escobar generaron críticas y contribuyeron a la percepción de que su gestión estuvo marcada por la politización de la entidad.
