La luz azul en la piel: ¿Necesitas protección especial?

La protección solar es obligatoria, pero, la protección contra la luz azul ¿es igualmente importante? Veámos…

Imagen de referencia tomada de internet.

El aumento en el uso de teléfonos y otros dispositivos basados en pantallas ha suscitado preocupación sobre los efectos perjudiciales de la «luz azul» en nuestra piel. Se rumorea que es tan perjudicial como las luces UVA o UVB, convirtiendo a la luz azul en la nueva enemiga del envejecimiento. En los últimos años, se han desarrollado productos para el cuidado de la piel específicamente diseñados para proteger contra ella.

Pero, ¿son realmente efectivos estos productos? ¿Ofrecen algo que el protector solar normal no tenga? ¿O es solo otro término de marketing destinado a vender? Descubre la respuesta a estas preguntas en este artículo.

¿Qué es la luz azul?

Probablemente hayas oído hablar de los rayos UV que provienen del sol y se caracterizan por longitudes de onda específicas (entre 280 y 400 nanómetros). La luz azul también forma parte del espectro electromagnético, pero en comparación con los rayos UV, es visible, con longitudes de onda entre 450 y 495 nanómetros.

El sol es la principal fuente de luz azul, pero las pantallas digitales como televisores, computadoras portátiles y teléfonos móviles son fuentes adicionales, al igual que la iluminación LED y fluorescente. Sin embargo, la luz azul no es tan perjudicial para la piel como los rayos UV del sol.

¿Cómo puede afectar la luz azul a la piel?

El estudio de la luz azul y sus efectos en la piel es relativamente nuevo, pero hasta ahora sabemos lo siguiente: Estudios recientes han demostrado que la luz visible (400-700 nm) (además de los rayos UV) puede causar hiperpigmentación. También se ha demostrado que la luz azul-violeta (415 nm) está asociada con más hiperpigmentación que la luz roja (630 nm). Otro estudio mostró que la luz azul induce enrojecimiento e hiperpigmentación en la piel de tipo Fitzpatrick III y superior.

De igual forma, la luz azul lleva a un aumento en la producción de melanina, lo que puede resultar en hiperpigmentación.

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La luz azul también puede llevar a otros tipos de envejecimiento prematuro, ya que genera especies reactivas de oxígeno (un tipo de radical libre) que causan oxidación y conducen al envejecimiento prematuro, líneas finas, arrugas y pigmentación desigual. La luz azul también puede contribuir a la degradación del colágeno y la elastina.

Sin embargo, la luz azul tiene algunos usos positivos, por ejemplo, se utiliza principalmente para tratar afecciones cutáneas como el acné y las células cutáneas precancerosas al causar oxidación y destruir estas células.

¿Realmente necesitamos proteger nuestra piel de nuestros dispositivos?

La respuesta es un poco complicada. Aunque la investigación realizada hasta ahora muestra la necesidad de cuidado de la piel contra la luz azul en ciertos casos, aún es demasiado pronto para decir si es esencial para todos.

Sin embargo, los expertos están de acuerdo en que es esencial para las personas que desean mejorar la pigmentación (por daño solar o acné) o aquellas que tienen melasma.

Cabe destacar que las personas con tonos de piel medianos a oscuros son más propensas a la hiperpigmentación y el melasma.

Y tú, ¿proteges tu piel de la luz azul?