La narración oral se tomó al Huila con ¡Viva la Palabra Viva!

Un evento que reunió a narradores nacionales e internacionales para compartir y preservar el arte de la palabra viva en toda la región.

La Corporación Cultural Casateatro, con más de 32 años promoviendo la cultura en el Huila, ha consolidado su labor en las comunidades rurales y urbanas de la región a través de su destacado proyecto ¡Viva La Palabra Viva! 21º Festival Internacional de Narradores de Historias «Voces Para La Paz». Este festival, que se desarrolló desde julio hasta el 7 de octubre con el apoyo del Programa de Concertación de Proyectos y Estímulos para Gestores Culturales Huilenses 2024 de la Gobernación del Huila, tuvo como objetivo fortalecer la identidad cultural del departamento mediante la narración oral y el encuentro de narradores de distintos países y regiones de Colombia.

El festival reunió a narradores internacionales de Cuba, Venezuela y Honduras, así como a artistas nacionales de Boyacá, Santander, Antioquia y Caquetá, quienes compartieron escenario con narradores huilenses y miembros del semillero de narración oral en alianza con el concurso Palabrerío de la Institución Educativa Oliverio Lara Bonilla. Esta variedad de voces y experiencias reflejó la profunda conexión entre el proyecto y la comunidad educativa de la región.

El evento se desarrolló en dos tipos de funciones: diez presentaciones itinerantes en instituciones educativas de Neiva, Rivera, Palermo y Campoalegre, acercando la narración oral a públicos de todas las edades y en distintos entornos, y diez funciones en sala que exploraron temáticas como cuentos de amor, cuentos de espantos y una gala de clausura con «El cuento de todos», que celebró la riqueza del arte narrativo y las raíces culturales.

La formación fue un pilar fundamental del festival, con diez talleres de técnicas de narración oral dirigidos a niños, adolescentes, jóvenes y docentes, enfocados en la expresión oral y la preservación de la memoria cultural a través de historias propias. Además, se llevaron a cabo dos laboratorios creativos: uno abierto al público, que ofreció un espacio para compartir historias y reflexionar sobre la narración, y otro exclusivo para los narradores invitados, promoviendo un ambiente de colaboración e intercambio de saberes entre artistas y comunidad.

Como complemento, se implementó un componente de formación de públicos para sensibilizar a los asistentes sobre la importancia de la narración oral como patrimonio cultural. Este esfuerzo buscó no solo enriquecer el disfrute del público en cada función, sino también crear una base de espectadores comprometidos que mantendrán vivo el legado del festival en futuras ediciones y en la vida cultural del Huila.

 

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