Los debates de candidatos. Muchos y aburridos

Por: Jorge Fernando Perdomo

Dicen los analistas que los debates de los candidatos previo a un certamen electoral, “constituyen un marco democrático para proveer información a los electores y mostrar las diferencias políticas entre los aspirantes”

Pero mientras no haya un filtro para su realización, entre los organizadores y los debatientes, al final terminan siendo aburridos, sin índice de audiencia, lo cual evidencia el desinterés de la ciudadanía.

En otros países como sucede ahora en Argentina, el número de debates donde se identifican temas de interés y permiten la interacción de los participantes y contrapreguntas, no pasan de tres, y por supuesto convoca la atención de gran parte del electorado y terminan siendo determinantes en la intención del voto.

Por esa razón en la parroquia han sido pocos los debates que han despertado interés entre ellos el organizado por el diario La Nación, creo que por ser el primero, más que por otras circunstancias.

Pero luego se vino un torrente de invitaciones. Todos los demás medios de comunicación escrita y radial, todas las universidades querían hacer su show, cada gremio lo mismo, y por esa línea todos los sectores de opinión querían hacer su debate, ocupando o malgastando el tiempo de los candidatos que tienen real opción de victoria y generando un desgano de la opinión pública.

Claro que “los candidatos de mentiras” sin ninguna posibilidad, con agenda desocupada reclaman los foros y su invitación a debatir. Pero qué interés puede despertar un candidato situado en un porcentaje muy bajo en la intención de voto, que creemos la única razón por la que se metió en esa contienda era para salir del anonimato, para que la prensa lo registrara y poder guardar un recuerdo de su “importancia” y mostrar a sus nietos como un «gran logro».

Varios candidatos me recuerdan a “Goyeneche” quien fuera conocido como el “candidato vitalicio”, ya que aspiró a la presidencia de la República en cinco ocasiones obteniendo en la primera 12 votos y la última cuando anuncio su retiro de la vida política 33 votos, para fallecer después por desnutrición. Entre sus propuestas más recordadas, estaba la de pavimentar el Rio Magdalena, convertir la chicha en champaña, construir todas las carreteras en bajada para ahorrar combustible. Así encontramos varios candidatos en nuestro folclórico proceso electoral.

La ciudadanía se interesa cada vez menos en sintonizar los debates para oír algunos candidatos con pobreza intelectual y falta de destreza en la palabra y por que quienes estan en media tabla encuentran un escenario propicio para convertir esos foros en un tinglado para atacar, en muchas ocasiones de manera grosera e indecorosa, a quienes les aventajan en las encuestas.

Por esa razón quienes prácticamente tienen asegurada la contienda con amplia ventaja, deciden no exponerse a sabiendas que el desgano de la ciudadanía en los debates inocuos y aburridos, nada suman en una recta final, donde la favorabilidad del candidato ya se ha consolidado para garantizar un resultado positivo del día de elecciones.

Quienes hoy prácticamente tienen asegurada la elección, como Char en Barranquilla, Fico en Medellín, Casagua en Neiva, ya no asisten a los debates.