¿Qué pasa en nuestro cuerpo si tomamos gaseosa todos los días?
Escrito por neivastereo - 12/24/2023
Aquí te detallamos los efectos que experimenta tu cuerpo al consumir soda a diario y cómo afecta tu salud a corto y largo plazo.
Imagen de referencia tomada de internet.
Según Mobimetrics y su encuesta ‘Realidad económica de los colombianos 2023′, el 78 % de colombianos consume gaseosas, siendo Antioquia y el Eje Cafetero las regiones que más la consumen (78%). Le siguen Bogotá en un 77 %, Cauca y Valle del Cauca con un reporte de 73%.
El sonido del hielo al ser vertido en un vaso, el efervescente siseo, la sensación en la garganta al dar el primer sorbo; es probable que la mera idea te haga salivar.
Aunque es generalmente conocido que la soda no es una bebida rica en nutrientes, surge la interrogante sobre cómo afecta realmente la salud cuando se disfruta a diario. La importancia radica en comprender hasta qué punto el hábito de beber soda diariamente puede influir en nuestra salud. Continúa leyendo para descubrirlo.
En el corto plazo, es esencial comprender la composición de la soda antes de analizar su impacto en el cuerpo. Prácticamente todas las sodas contienen agua carbonatada, edulcorantes (como azúcar, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa o edulcorantes artificiales), ácido fosfórico (que contribuye al sabor y prolonga la vida útil) y saborizantes naturales. Algunas variedades, como Pepsi, Coca-Cola, Coca-Cola Zero, y otras, también incorporan cafeína.
En términos promedio, una lata o botella de soda regular alberga 155 calorías, 38 gramos de carbohidratos, 37 gramos de azúcar y 34 miligramos de cafeína. Esto se traduce en una cantidad de azúcar que supera las recomendaciones diarias de la Asociación Americana del Corazón (25 gramos para mujeres y 36 gramos para hombres). En cuanto a la cafeína, la Administración de Alimentos y Medicamentos sugiere no exceder los 400 miligramos al día.
El consumo diario de soda puede tener efectos inmediatos en el cuerpo. Experimentarás un aumento rápido de energía debido a la cafeína y al azúcar. La cafeína bloquea la adenosina, un neurotransmisor que induce la sensación de cansancio, mientras que los carbohidratos simples de la soda se absorben rápidamente en el torrente sanguíneo, contribuyendo al impulso de energía. Sin embargo, esta energía es efímera y eventualmente disminuirá.
La soda también afecta el intestino de inmediato. Algunas personas experimentan hinchazón y gases debido a la carbonatación y el azúcar. Consumir soda diariamente puede perturbar el sistema gastrointestinal, ocasionando dolor abdominal, diarrea o estreñimiento. Esto se debe a que el azúcar en la soda alimenta a las bacterias perjudiciales en el intestino y deteriora la integridad del revestimiento intestinal.
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En cuanto a los efectos a largo plazo, el consumo diario de soda puede provocar aumento de peso, específicamente en la grasa abdominal. Este tipo de grasa aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, síndrome metabólico, diabetes tipo 2 y cáncer de mama. Además, se ha vinculado a enfermedades renales, hipertensión y colesterol alto. Estudios indican que los bebedores de soda, ya sea regular o dietética, presentan un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
La soda tampoco beneficia al cerebro. Los niveles elevados de azúcar en la sangre, causados por la soda, conducen a la inflamación cerebral. Beber soda regularmente se ha asociado científicamente con niveles más altos de depresión y mayor probabilidad de demencia.
¿Puede evitarse este impacto en la salud optando por soda dietética?
Desafortunadamente, la soda dietética también ha sido científicamente vinculada con problemas intestinales, cardíacos y cerebrales. Los edulcorantes artificiales en estas bebidas no ofrecen ventajas sustanciales en comparación con el azúcar.
¿Qué puedo consumir entonces?
Si te sientes motivado para reducir tu consumo de soda, considera qué aspecto de la soda disfrutas más. Si es el impulso de cafeína, podrías optar por café con gas o té matcha enlatado, asegurándote de verificar los ingredientes para evitar azúcar o edulcorantes artificiales.
Si te gusta la combinación de dulzura y carbonatación, el agua con gas con frutas o el kombucha podrían ser alternativas saludables. Puedes hacer tu propia agua infusionada para ahorrar dinero, hay opciones como pepino y menta, arándanos y naranja, o granadas.
Si decides reemplazar tu soda con bebidas cafeinadas como el matcha o café con gas, debes tener precaución si experimentas dolores de cabeza, comunes al dejar la soda abruptamente. Para evitarlos, recomienda reducir la cafeína gradualmente. También es crucial mantener una ingesta regular de alimentos a lo largo del día, incluyendo bocadillos entre comidas con proteínas y carbohidratos ricos en fibra. Además, se debe beber suficiente agua para evitar síntomas de deshidratación como fatiga, mareos e irritabilidad.
Reducir el consumo de gaseosas puede ser un desafío, pero esta transición beneficiará tanto tu salud inmediata como a largo plazo.
