¿Por qué nos da sueño después de una gran comida?

¿Te da mucho sueño después de la cena de Navidad? Descubre lo qué dice la ciencia al respecto.

Imagen de referencia tomada de internet.

Después de disfrutar de una abundante comida de Navidad, repleta de pavo relleno, puré de papas, lechona, tamales, buñuelos, natilla y una o dos porciones de pastel, es probable que prefieras descansar en el sofá en lugar de unirte a cualquier otra actividad física.

Aunque se ha escuchado que el pavo es el culpable de tu somnolencia, la realidad es diferente.

En lugar de eso, una comida rica en carbohidratos y una semana agotadora de preparativos son más propensos a ser la causa, según los médicos. Los carbohidratos y el azúcar de nuestros platillos favoritos de Navidad se convierten en melatonina y serotonina, brindándonos ese conocido estado de «coma alimenticio».

Este estado, también conocido como somnolencia postprandial, es propiciado por factores como la ingesta de sedantes como el alcohol, la elección de alimentos ricos en triptófano (más sobre esto luego) o simplemente el consumo de una gran cantidad de alimentos. La sensación de sueño se debe a que la sangre se desvía del cerebro al estómago para procesar toda esa comida adicional. 

Entonces, cuanto más grande sea la comida, más sangre va al estómago para ayudar en la digestión, y menos sangre va al cerebro, así que te sientes más somnoliento. Sin embargo, la calidad real del sueño puede verse afectada por el consumo de alcohol y la indigestión causada por la abundancia de alimentos.

Los verdaderos culpables de este estado de adormecimiento son los carbohidratos, presentes en puré de papas, las carnes rellenas, pan y pastel, que probablemente estén afectando tus niveles de azúcar en sangre. Los alimentos con un índice glucémico alto, como estos, tienden a provocar picos y caídas en el azúcar en sangre, lo que puede generar esa sensación de cansancio y falta de concentración.

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Otro mito es que los carbohidratos mejoran nuestro estado de ánimo. Sin embargo, un metaanálisis en Neuroscience & Behavioral Reviews reveló que las personas que consumen carbohidratos simples experimentan fatiga y menos alerta después de una hora, sin mostrar efectos positivos en el estado de ánimo. Entonces, antes de desechar las papas, es esencial equilibrar la comida con fibra, como una ensalada, calabaza o verduras asadas, y cargar el plato con proteínas satisfactorias, como el pavo. 

Imagen de referencia tomada de internet.

Otros factores potenciales que contribuyen a la somnolencia son el alcohol y el estrés. Un par de copas de aguardiente durante la comida (o unas cervezas mientras charlas con los demás) pueden relajarte y provocar esa sensación de sueño, aunque el alcohol puede afectar negativamente la calidad del sueño. Si decides beber, hazlo antes en el día o al menos unas horas antes de acostarte.