Recuerdo del terremoto que cambió la historia del Huila hace 57 años
Escrito por Tania Xiomara Chala Lopez - 02/09/2024
El terremoto de 1967 dejó una profunda cicatriz en la historia de Huila, pero también mostró la fuerza y la solidaridad de su gente en tiempos de crisis
En el día de hoy, la región del Huila conmemora con tristeza y solemnidad el aniversario número 57 de uno de los eventos más devastadores en su historia: el terremoto del 9 de febrero de 1967. En ese fatídico día, a las 10:24 de la mañana, un violento sismo de magnitud 7.2 en la escala de Richter sacudió a Colombia, con su epicentro localizado en el departamento del Huila. Los efectos de este desastre natural fueron devastadores, dejando un saldo doloroso de cerca de 100 víctimas mortales, de las cuales 75 perdieron la vida en el Huila.
Los estragos del terremoto se manifestaron en la destrucción de aproximadamente 1.000 viviendas, mientras que otras 1.500 resultaron semidestruidas y más de 5.000 sufrieron daños. La magnitud de la tragedia conmocionó a la población, cuyas vidas se vieron alteradas para siempre por la fuerza implacable de la naturaleza. El impacto del sismo se extendió más allá de las fronteras del Huila, afectando también a los departamentos de Caquetá y Tolima, donde se registraron colapsos y daños graves en las construcciones. Incluso se sintió en gran parte del territorio colombiano y en algunas poblaciones de Ecuador, evidenciando la envergadura del fenómeno.
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Los estudios del Instituto Geofísico confirmaron que el origen del terremoto fue tectónico, resultado de reajustes en la capa terrestre al oriente de la Cordillera Central de los Andes. Las coordenadas situaron el epicentro a pocos kilómetros de Vegalarga, a una profundidad superficial, a unos 40 kilómetros al nororiente de Neiva.
El terror se apoderó de las ciudades más afectadas, como Neiva, donde edificaciones emblemáticas como la cárcel, el Palacio de las 56 Ventanas (sede de la Gobernación), pequeñas iglesias y escuelas quedaron reducidas a escombros. Incluso la naturaleza misma pareció rebelarse, con informes de licuación de suelos, remociones en masa y agrietamientos en numerosas poblaciones.
A pesar del paso del tiempo, el recuerdo de aquel día trágico sigue fresco en la memoria colectiva del Huila. La conmemoración de este aniversario no solo es un acto de recordación, sino también un llamado a la solidaridad y la preparación ante posibles eventos sísmicos en el futuro, en un esfuerzo por construir un futuro más seguro y resiliente para las generaciones venideras.
