Joven que simuló demencia confesó hacer asesinado a su amigo
Escrito por Tania Xiomara Chala Lopez - 04/20/2024
El oscuro misterio que rodeaba la muerte de Juan Sebastián en Pitalito ha llegado a su fin, con la verdad emergiendo entre confesiones y pruebas contundentes
El brutal asesinato de Juan Sebastián Escalante Ramos, a manos de su amigo Ronaldo Muñoz Córdoba, en el municipio de Pitalito, ha encontrado un desenlace en los tribunales. Tras la confesión del culpable y la presentación de pruebas contundentes, Muñoz Córdoba ha sido condenado por el crimen.
El trágico suceso tuvo lugar en el local comercial que Escalante Ramos había arrendado en la calle 5 con carrera 18, en el barrio Simón Bolívar. La combinación de testimonios de familiares y amigos de la víctima, junto con las pruebas halladas en el lugar del crimen, resultaron determinantes para que el agresor finalmente admitiera su responsabilidad ante las autoridades.
Ronaldo Muñoz Córdoba, de 22 años, enfrenta ahora una sentencia de ocho años y ocho meses de prisión por el delito de homicidio. Las complejas estrategias de defensa, incluyendo intentos de alegar problemas psiquiátricos, no lograron convencer al fiscal encargado del caso, quien rechazó la solicitud de aplazamiento de la audiencia.
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El relato de los hechos por parte de testigos arroja luz sobre la escalofriante secuencia de eventos. Una vecina recuerda las palabras de Escalante Ramos minutos antes del crimen, mientras se preparaba para inaugurar su droguería. Sin embargo, un ruido violento proveniente del local, seguido de un silencio ominoso, indicaba el desencadenamiento de la tragedia.
El día siguiente, los intentos angustiados de los padres de Escalante Ramos por contactar a su hijo desaparecido llevaron a un perturbador intercambio telefónico con Muñoz Córdoba, quien pretendía ocultar la verdad detrás de una fachada de normalidad. Sin embargo, la inspección del local reveló la horrible realidad: Juan Sebastián yacía sin vida, víctima de múltiples heridas de arma blanca.
El dolor y la consternación persisten en Pitalito, pero con la sentencia dictada, la comunidad espera hallar algún consuelo en la justicia que se ha logrado obtener para Juan Sebastián Escalante Ramos. Sin embargo, su recuerdo perdurará como un trágico recordatorio de la fragilidad de la vida y la brutalidad de la violencia.
