¿Quién quiere matar a Vicky?

Por: Jorge Fernando Perdomo

Vicky Dávila directora de la revista semana se ha convertido en el mayor obstáculo para el gobierno de Gustavo Petro. Y más aún con la ausencia de una oposición política coordinada pues quienes ejercían ese liderazgo natural como el ex presidente Uribe hoy se encuentra rehén de sus propias dificultades judiciales y los demás no se han erigido con esa estatura. Las denuncias de Semana siempre sustentadas en juiciosas investigaciones y pruebas han puesto en evidencia, como lo advirtió el Presidente de Fenalco en el reciente congreso nacional del gremio, que Colombia camina hacia el abismo.

En este país donde reina la intolerancia y el slogan “Colombia potencia mundial de la vida”, es puro humo, la incitación a la violencia contra Vicky y más procediendo del gobierno es muy peligroso. El gobierno Petro ha expresado constantemente su animadversión con esta mujer. Las bodegas Petristas invocan su muerte. Los ministros Petristas justifican las amenazas y la violencia.

Lo que ocurrió la semana pasada con la toma violenta de la sede de Semana por parte de la minga indígena cuya presencia en Bogotá fue patrocinada por el gobierno, es la muestra del evidente riesgo contra su vida, la afectación a la libertad de prensa y la democracia.

A pocos días de las elecciones regionales, el Petrismo cierra filas en torno a sus candidatos para consolidar su poder y perpetuar este proyecto socialista que no respeta la independencia de poderes, con reformas que quieren a acabar con el sistema de salud, el régimen de pensiones, el sistema productivo, la libertad de prensa.

Por eso es necesario conocer cuál es el compromiso de los futuros gobernantes, alcaldes y gobernadores, con la agenda del pacto histórico. Las elecciones de octubre se convierten en un referendo al gobierno del pacto histórico. Los empresarios no pueden seguir financiando a políticos que abogan por las reformas que van a acabar con el país, los ciudadanos no pueden obrar irresponsablemente votando por quienes han expresado simpatías o compromisos con las políticas del Petrismo.

Los colombianos sabemos que tradicionalmente la frontera entre la corrupción y el estado ha sido difusa y hoy lo es mas con un gobierno proclive a correr sutilmente la línea ética y quienes se presentaron como adalides de la moral y la transparencia quedan en evidencia del nivel de corrupción, que no habríamos podido conocer sin el trabajo periodístico de la revista Semana.

Hoy por las investigaciones de la revista, hemos podido saber que Nicolas Petro recibió dineros del turco Hilsasca y el hombre “Marlboro” para la campaña presidencial y que su papá sabía, sabemos que los $15 mil millones que el mismo Benedetti dice que consiguió para financiar la campaña presidencial provenían del narcotráfico del cartel de los soles venezolano, como lo confirma un exmagistrado Chavista, que ingresaron a través del clan Torres de la costa, y que por esta vía se violaron los topes de financiación de la campaña.

Entonces para justificarse contratacan diciendo que todos han hecho lo mismo. Invocan la financiación de la campaña Duque con el Ñene, de Samper con los dineros del narcotráfico del cartel de Cali. Pero supuestamente esta era la gente del cambio.

Por eso quieren someter a Vicky con intimidaciones, acciones violentas y amenazas de muerte.