Avistan familia de osos de anteojos en Villa Rica, Tolima

Una familia de osos de anteojos ha sido avistada en el remoto bosque Galilea de Villa Rica, Tolima, destacando los esfuerzos de conservación

En el corazón de los Andes tropicales, la Fundación AMÉ ha informado sobre un encuentro cercano con un grupo de osos andinos, en Tolima, también conocidos como osos de anteojos, que ha dejado a los expertos y a las comunidades locales maravillados. Los osos, identificados como cuatro adultos y dos crías, han estado desempeñando un papel crucial como jardineros del bosque al dispersar semillas y contribuir al florecimiento del ecosistema.

Este hallazgo notable es parte de un proyecto conjunto entre la Fundación AMÉ y las comunidades locales, en el marco del proyecto REDD+, que ha transformado a más de 70 personas de 14 familias de la región, pasando de ser cazadores a guardianes de la fauna silvestre.

Hace dos años, estos guardianes del bosque lideraron un proyecto pionero en el que instalaron cámaras trampa en el área protegida del bosque para el avistamiento, conservación y protección de diversas especies que habitan la zona. Sin embargo, según informó la fundación, los encuentros con los osos no se limitaron a las cámaras trampa, ya que los guardabosques locales han tenido encuentros cercanos durante sus patrullajes.

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Además de los osos de anteojos, otras especies de gran y mediano tamaño, como monos churucos, tigrillos y guatis, también han sido avistadas, destacando la riqueza y diversidad de la fauna en la región. David Parra, líder de la comunidad, ha hablado sobre la transformación ideológica que ha experimentado la comunidad y ha destacado el papel crucial de los guardabosques locales, quienes seguirán implementando medidas de conservación, monitoreo y vigilancia para proteger este invaluable ecosistema.

En cuanto a los osos de anteojos, también conocidos como Tremarctos ornatus, son el único oso de Sudamérica y son originarios de los Andes tropicales. Estos majestuosos animales, tanto terrestres como arbóreos, viven a lo largo de la cordillera de los Andes, desde Venezuela hasta el sur de Bolivia. Son omnívoros, aunque la carne solo representa una pequeña parte de su dieta. Este emocionante encuentro con los osos de anteojos destaca la importancia de la conservación de estos ecosistemas únicos y la necesidad de continuar apoyando iniciativas de conservación que promuevan la coexistencia armoniosa entre las comunidades locales y la vida silvestre.